Sobre La Columna de Hierro (Taylor Caldwell): El abogado Marco Tulio Cicerón (2)
Spoiler Alert: A continuación se estará describiendo pasajes específicos de La Columna de Hierro con el fin de brindar contexto a las citas que se están presentando.
A consecuencia de la defensa ejercida por Cicerón, Persus y su familia recobraron su libertad y todo los bienes confiscados les fueron devueltos, luego de este episodio el abogado reflexionó de la siguiente manera:
Durante su primer encuentro con Sila, a instancia de Julio César, a Cicerón le fue solicitada su opinión acerca de un posible divorcio entre Julio César y Cornelia, en el contexto de esta conversación expuso lo siguiente:
Como es posible observar de nuevo se hace referencia a las ideas iusnaturalistas, aunque en este punto Cicerón las une a sus ideas religiosas; a diferencia del autor que previamente se analizó, Beccaria, quien creía en la separar las leyes de las ideas religiosas y morales, Cicerón considera que las leyes deben estar unidas a estos principios religiosos.
Por último se cita el epígrafe de la tercera parte de La Columna de Hierro:
En el texto citado se evidencia la elocuencia con que Marco Tulio Cicerón expone sus ideas, es notable su fe en los principios, en especial en un contexto en el cual Roma estaba lejos de guiarse por tal tipo de visión. Es también evidente la influencia de una perspectiva religiosa en sus ideas, sin que ello le impidiera hacer referencia a la razón. Pese a esa visión que su maestro tildaba de idealismo, Cicerón parece aceptar que no todos los seres humanos actúan de acuerdo a tales principios: no todos son por naturaleza buenos y por tanto habrá quienes no podrán ser guíados por la ley.
Hasta acá llega la referencia al pensamiento de Marco Tulio Cicerón como abogado, luego de esto en nuestra lista de pendientes es necesario incluir el análisis de alguna de sus obras a manera de procurar conocer más de su visión desde una perspectiva directa; en todo caso, nuevamente se recomienda la lectura de La Columna de Hierro, obra que refleja de forma estructurada el esplendor del Imperio romano y el esplendor del pensamiento de Cicerón, al cual vale la pena ser introducido.
La primera aparición de Marco Tulio Cicerón ante el Senado fue con motivo de la defensa de un granjero llamado Persus a quien se le acusaba de no haber pagado impuestos, a consecuencia de ello su granja, ganado, utensilios y sus esclavos habían sido confiscados, a pesar de lo cual su deuda no había sido cubierta por lo que su esposa e hijos también fueron encarcelados. Dentro de su defensa, Cicerón expuso lo siguiente:
A propósito de esta cita podemos hacer referencia a lo que establecía Beccaria en su Tratado de los delitos y de las penas: Desde el punto de vista penal, la ley para ser efectiva (justa) debe buscar censurar las conductas que dañan la tranquilidad colectiva e individual y en consecuencia la pena busca evitar que ese daño continúe, Beccaria también reconoce que está idea se ve corrompida (existen leyes injustas). Vemos, por tanto, cierto grado de coincidencia entre las ideas de Beccaria y Cicerón, conceptos como: tranquilidad, abuso, dolor; desde luego la descripción de Cicerón es más amplia en tanto se refiere a la ley en general, mientras que el tema del segundo autor es la ley penal.
A consecuencia de la defensa ejercida por Cicerón, Persus y su familia recobraron su libertad y todo los bienes confiscados les fueron devueltos, luego de este episodio el abogado reflexionó de la siguiente manera:
Durante su primer encuentro con Sila, a instancia de Julio César, a Cicerón le fue solicitada su opinión acerca de un posible divorcio entre Julio César y Cornelia, en el contexto de esta conversación expuso lo siguiente:
Como es posible observar de nuevo se hace referencia a las ideas iusnaturalistas, aunque en este punto Cicerón las une a sus ideas religiosas; a diferencia del autor que previamente se analizó, Beccaria, quien creía en la separar las leyes de las ideas religiosas y morales, Cicerón considera que las leyes deben estar unidas a estos principios religiosos.
Por último se cita el epígrafe de la tercera parte de La Columna de Hierro:
En el texto citado se evidencia la elocuencia con que Marco Tulio Cicerón expone sus ideas, es notable su fe en los principios, en especial en un contexto en el cual Roma estaba lejos de guiarse por tal tipo de visión. Es también evidente la influencia de una perspectiva religiosa en sus ideas, sin que ello le impidiera hacer referencia a la razón. Pese a esa visión que su maestro tildaba de idealismo, Cicerón parece aceptar que no todos los seres humanos actúan de acuerdo a tales principios: no todos son por naturaleza buenos y por tanto habrá quienes no podrán ser guíados por la ley.
Hasta acá llega la referencia al pensamiento de Marco Tulio Cicerón como abogado, luego de esto en nuestra lista de pendientes es necesario incluir el análisis de alguna de sus obras a manera de procurar conocer más de su visión desde una perspectiva directa; en todo caso, nuevamente se recomienda la lectura de La Columna de Hierro, obra que refleja de forma estructurada el esplendor del Imperio romano y el esplendor del pensamiento de Cicerón, al cual vale la pena ser introducido.
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